Luis Eduardo Schroeder Soto

lunes, 8 de septiembre de 2014

Panamá, el departamento usurpado.





Estudio vehementemente crítico, y gratamente ilustrativo, sobre la catastrófica pérdida de Colombia de su departamento de Panamá junto con su canal interoceánico, condenando categóricamente la traición de los aliados, que atizando a los hermanos del Istmo a declarar su independencia, se apoderan desvergonzadamente del valiosísimo pasaje internacional.


En conmemoración del 1er Centenario del Canal de Panamá, [1914.08.15-2014.08.15].





lunes, 4 de noviembre de 2013

La marginación del Caribe colombiano.






Estudio sucinto sobre cómo un mundo de riquezas incalculables en las bellas aguas del Caribe, puesto bajo la tutela y protección de Colombia, resulta insólitamente convertido en su “patio de atrás” y pronto es usurpado a manotazos por naciones vecinas amigas de lo ajeno.



lunes, 28 de octubre de 2013

Los pactos que destrozan a Colombia




Estudio vehementemente crítico, cronológico, sucinto, razonado, y copiosamente ilustrativo, sobre las verdades detrás del absurdo descalabro de Colombia, en sus intentos de neutralizar la escandalosa agresión de Nicaragua, queriendo apoderarse del Caribe colombiano.

De ser el primero un acuerdo equitativo y reconciliador, y el segundo una herramienta para soluciones pacíficas, el Tratado Esguerra Bárcenas y el Pacto de Bogotá, paradójicamente se convierten para los gobiernos de Colombia, en instrumentos que malogran sus oficios.



martes, 16 de julio de 2013

Dos fechas patrias fallidas

Viernes 20 de julio 1810 - Reyerta de Llorente en Santa Fe de Bogotá.

Jueves 19 de abril de 1810 en Caracas.

Viernes 20 de julio de 1810 en Santa Fe de Bogotá.


La Independencia de Colombia y de Venezuela son grandes motivos, laudables, plausibles y felices, que todos los colombianos y venezolanos desean celebrar, y por los que tienen razones obvias para estar agradecidos, henchidos de orgullo en sus espíritus, de fiesta en sus corazones y de jolgorio en sus hogares. No obstante, en lo que respecta a las dos fechas señaladas arriba, es una pena y motivo de desaire para millones de ciudadanos en ambos países, tener que aceptar que sean anualmente celebradas con pompa y júbilo como fechas patrias, dado que resultan completamente fallidas cuando con éstas se quiera conmemorar las independencias de Venezuela y Colombia respectivamente.

Cuando con disciplina, consagración y respeto se estudian o sencillamente se leen, los testimonios que nos quedan de aquellos ecuánimes patriotas, que vivieron e hicieron la historia de lo acontecido aquel jueves 19 de abril en Caracas, y viernes 20 de julio en Santa Fe de Bogotá, el año de 1810, queda claramente entendido que no hay razón alguna para asociar esos hechos con lo que hoy día entendemos por independencia y libertad de constituirnos, organizarnos y gobernarnos como naciones soberanas, democráticas y libres.




miércoles, 24 de abril de 2013

Premio a la verdad proclamada.



Reseña sobre la concepción, creación, publicación y suerte, de un par de artículos escritos acerca de las aguas caribeñas perdidas en las rapaces manos nicaragüenses.



Están igualmente invitados a visitar el “Pañol de la Historia” de la Armada Nacional de Colombia, y allí consultar el Fascículo Nº 50, en el que se da mi artículo “La verdad duele” sobre la historia del diferendo entre Colombia y Nicaragua acerca del Archipiélago de San Andrés. Para tal efecto hacer clic en el botón que sigue.




lunes, 18 de febrero de 2013

La verdad duele

Sobre...

La historia del rasponazo de 75.000 km cuadrados al mapa de Colombia en aguas de San Andrés.


¿Es justo este rasponazo?


SAN ANDRÉS Y MOSQUITOS EN LITIGIO ENTRE COLOMBIA Y NICARAGUA.


Reseña crítica, cronológica, sucinta y razonada, acerca de las verdades, imprudencias, descalabros, y graves errores registrados en las idas y venidas de los gobiernos colombiano y nicaragüense, en sus respectivos intentos de demostrar su soberanía sobre las islas de San Andrés y la costa de Mosquitos.





También ha sido entregada con la Cyber-Corredera Nº 147, enero 2013, y publicada en el Pañol de la Historia, Fascículo Nº 50, de la Armada Nacional de la República de Colombia (2013.04.23).


jueves, 17 de enero de 2013

Anécdota acrílica

Sobre...

El vaticinio de la pérdida de aguas en el Archipiélago de San Andrés.


Mi Teniente Schroeder.

Introducción.

Mi intención con estas líneas es divulgar una pequeña anécdota, en la que primero entran unos años de mi vida disfrutada por las maravillosas aguas del Archipiélago de San Andrés, como Oficial de la Armada Nacional de Colombia, y posteriormente esa misma experiencia es revivida durante un feliz reencuentro con mis queridos compañeros de promoción, tocando en ambos casos muy por la tangente, la problemática del litigio con Nicaragua, con la intención de dar una idea de cómo es que nosotros reaccionamos tan diferentemente, al compartir análogas experiencias en disímiles fases de nuestra vida. Esta anécdota está intencionada como Preámbulo al ensayo “La verdad duele”, sobre La historia del rasponazo de 75.000 kilómetros cuadrados al mapa de Colombia, en aguas de San Andrés, que presento por separado y al que igualmente están cordialmente invitados.




También ha sido publicada en la Cyber-Corredera Nº 146, diciembre 2012. Armada Nacional de la República de Colombia.


miércoles, 19 de diciembre de 2012

Augusto Peter Schroeder Soto

Un rasgo de mi Hermano en este mundo de ilusión.



Au y su pasión  por el cine.


Este señor rubio y canoso con sonrisa de picardía, es mi querido hermano Augusto Peter Schroeder Soto [1936.06.17-2012.05.05], quien se interesó desde muy temprana edad por el séptimo arte. A la edad de nueve años ya estaba construyendo proyectores de películas y produciendo sus propios filmes. Para los primeros utilizaba cajas metálicas de galletas, provistas de un bombillo y un lente que le había obsequiado nuestro tío Carlos Emiliano Pablo Schroeder Caicedo [1897-1964], el gran pionero que le puso voz al cine colombiano, y sus filmes consistían en recortes de películas de 35 mm. que le regalaban en los cines. Au, como lo llamábamos cariñosamente entre familia, los convertía en largas tiras de imágenes armadas entre cartoncillos, suponiendo filmes suyos, o sencillamente los limpiaba de su emulsión, y en los celuloides pintaba secuencias de sencillas figuras, que al pasarlas a mano a cierta velocidad por un rústico dispositivo que se había inventado, parecía que se movían al ser proyectadas sobre la blanca sábana que hacía de telón. En esta forma la sala de nuestra casa en Bogotá, a mediados de la década de los 40, se convirtió en el cine del barrio, con una numerosa audiencia de mocosos, con entrada gratis naturalmente, que nos divertíamos de lo lindo con su gran espectáculo. Eran años felices en los que no había televisión, e ir al cine estaba sólo al alcance de los más acomodados. Pero qué le daba si nosotros teníamos nuestro propio Auguste Lumière, o Georges Méliès, y por qué no… Alfred Hitchcock.





miércoles, 18 de julio de 2012

Un soldado que llora!

Un soldado que llora

Con él somos millones los colombianos que lloramos por nuestro queridísimo país. La imagen pudo haber sido tomada en cualquier parte del mundo en donde hoy día las gentes han perdido completamente la razón. Posiblemente ya somos demasiados en este planeta, o sencillamente ya no podemos convivir más con nuestro prójimo.


miércoles, 16 de mayo de 2012

Auto retrato


Auto retrato de Luis Eduardo Schroeder Soto

Óleo sobre lienzo 101 x 85,5 cm., 1990.

El sombrero de fibra de palma, lo adquirí en un mercado de un pequeño pueblo indígena, en la región de Cajamarca al Norte del Perú, en 1973.

El “helicon” (Sousaphone rotary tuba) hace parte de mi colección de instrumentos musicales en cobre. Fue fabricado por Bohland & Fuchs, Graslitz / Bohemia en 1870. Perteneció muchos años a la Banda militar del ejército del Ecuador. Fue obsequiado en la década de los 50 a una pequeña banda folclórica en zona rural. Yo lo compré en 1974 de un músico jubilado en un pueblito al Norte de la capital Quito. Para transportarlo a Suecia solicité a los buenos amigos de Lufthansa, embarcarlo en uno de sus vuelos intercontinentales, como “equipaje no acompañado”, y así embalado en un gran guacal, viajó solo en vuelo directo de Quito a Gotemburgo sin costo alguno por cortesía de Lufthansa (Hon service).

sábado, 18 de febrero de 2012

El voto de Bolívar, sin exceptuar una paja.


Óleo “a la espátula” sobre lienzo 55 x 46 cm., 1971.
Pintado por Luis Eduardo Schroeder Soto.
Si ve el retrato apiñando los ojos, aparecerá un Bolívar adulto.

Estudio crítico, cronológico, narrativo, sucinto y razonado de los factores y del proceso que llevaron a la creación de una leyenda sobre un presunto juramento de Simón Bolívar en Roma.


Presentación del libro escrito por:
Luis Eduardo Schroeder Soto.

Publicado por:
Editorial LibrosenRed, Buenos Aires, 2010.
ISBN 978-1-59754-616-4